domingo, 14 de julio de 2024

De la ingeniería a la creatividad


 

La francesa Sandrine Torredemer abandonó una carrera como ingeniera civil de más de tres décadas para dedicarse a su pasión: el bordado. Sus escenas playeras o la interpretación del estilo de las francesas ya la han llevado a colaborar con firmas de moda.

La estampa pertenece a uno de los increíbles bordados artesanales realizados por Sandrine Torredemer, una artista francesa de 56 años que desde hace dos se dedica de forma profesional a su pasión bajo el pseudónimo de La Filature. "Fui ingeniera civil durante 30 años y estaba a cargo de un gran departamento con muchas responsabilidades muy importantes. Por desgracia, sufrí un enorme agotamiento que me impidió volver al trabajo. Fue entonces cuando decidí cambiar de vida y dedicarme por completo al bordado".

Su interés en la técnica, sin embargo, la llevaba acompañando desde la cuna. Siendo una niña tuvo que cuidar de su bisabuela, una mujer que se pasaba las horas muertas haciendo punto y punto de cruz a pesar de que la visión se lo ponía cada vez más difícil. Junto a ella empezó a trabajar en un pequeño lienzo protagonizado por un ciervo y más tarde sería su abuela quien le enseñaría, con detalle, la técnica del bordado. 

«Mujeres increíbles».

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