miércoles, 9 de abril de 2014

EL Poesía de Sandra García









El caminaba como un hombre descalzo
por la arena montañosa embelesado por
sus pensamientos viajaba a la penumbra
de cualquier lugar.

Sentado en una roca no dejaba de
reflexionar de las cosas que no quiso
hacer y de las que no se atrevió a realizar.

Y una suave brisa hizo temblar su pelo
canoso, bailando están cerca de la orilla.

El mar lo mira con melancolía, sus
pequeños ojos tristes están llenos de
recuerdos tormentosos que vienen y van
como el oleaje que contempla.

Dejándose que el hálito del viento respire
por él , bañándose por última vez con los
rayos del sol en su cama de savia observa
el cielo teñido de nebulosa





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