El cielo aparecía nublado de matices
y tonos de un gris satinado,
y un hostil poético de insistencia etérea
permanecía como un espejismo
de amenazantes metáforas
que surgían del cielo.
El lenguaje abrumador,
de un peculiar diario
entre nubes y claros,
recorría inquietante al ilustre iluminado.
La discontinuidad de un inexistente
paisaje de ligeras nubecillas,
sosegaban las fauces que moraban en el cielo
prevaleciendo en la nostalgia
de un tiempo perecedero.
Precioso!!!! Siempre te superas!!!! Un besazo
ResponderEliminarGracias Ana, la superación personal se forja con cada nuevo trabajo que vamos creando, tus últimos diseños son fabulosos, en breve los públicaré, besos.
ResponderEliminarEntre nubes,aparece tu poema,bonito bonito
ResponderEliminarPor un momento me has hecho vivir tu poema, me ha gustado mucho. SALUDOS.
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