Somos
mentes atrapadas en nuestro propio pensamiento. Una tendencia, una reflexión,
un instante de inspiración y de nuevo la pluma y toda la imaginación se muestra
en un papel, que algunas veces es imperecedero. Como una mota de polvo, toda
sensación queda evaporada; fusionándose con el viento, la lluvia, la frialdad
del gélido invierno; pero resurgiendo con el calor del estío y el fuego de
nuestros versos.
Caminamos
sobre universos inusitados, siempre
atentos al brillo de las estrellas, de la tenue luz de la alborada, de la paz templada
y de luna cuando se ausenta. ¿Dónde fuiste princesa de las mareas? Tú que eres
fiel reflejo de los océanos, tenue silencio en el crepúsculo, testigo inerte de
los amantes; serenidad de quién te admira desde la cima de la montaña.
¡Déjame
ver, por qué tu luz no acompaña mi camino!
La verdad, es muy bonito me gusta mucho un abrazo!
ResponderEliminarGracias Nuria, un besazo muy fuerte.
EliminarPreciosas palabras!!!!!! MUAKKKKKKKKKKKK
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