A ti que eres mi amor más grande
el príncipe de mis sueños
ya te amaba sin saber tu nombre
me enamoré de la luz que emanan tus ojos.
Tus palabras fueron suave brisa
en mi alma melancólica
por ti recobré los deseos de vivir
de tu mano conocí un mundo nuevo.
Despertaste mi piel dormida
sintiéndome la más deseada
descubriendo la mujer apasionada
que habitaba en mi interior.
En mi cuerpo escribiste un poema
recitándolo en cada abrazo
componemos ardientes versos
cobijados por la luna.
Magda Lluna.
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