El día 22 entra
el Sol en la constelación de Sagitario, y como cada año empezamos a movernos por el mito de la Navidad.
Los que son creyentes
creen en la promesa de un Salvador que llega con buenas nuevas de cara a un
nuevo comienzo de alegría y paz, y los que no lo son también creen en lo mismo,
aunque el salvador lo identifiquen en su interior, como una manera de
conectarse con la esperanza y la creencia de un mundo mejor.
En realidad es la
misma naturaleza la que se repliega y absorbe el agua de la lluvia, la que
duerme con dulzura muchas más horas alejando al sol que caliente sólo lo
necesario, y la que nos inunda del intenso frío para buscar el descanso. Ella
nos muestra que también es necesario hacer un ovillo con nuestras emociones,
reflexionar y enfocar nuestra atención dentro de nuestras propias fronteras.
Danna Sans.